Dios no usa mentiras religiosas para salvar a pecadores. No usa engaño para salvar. ¡Usa la verdad! (Santiago 1:18) No es cantando un himno de invitación hasta que uno se rinde para poner fin e ir a comer.
Somos salvos - traídos a Él que es la Verdad - por medio de la predicación del Evangelio. (1 Corintios 1:21)
(Juan 6:44-45) “Ninguno puede venir a mí, se el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas; Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.”
(Efesios 1:12-14) “Que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.”