1. Cristo es nuestro libertador. (Colosenses 1:13)
¿Por qué necesitamos liberación? Porque somos cautivos del pecado y de Satanás (2 Timoteo 2:24-26). Entonces predicamos a Cristo, el Libertador.
2. Cristo es nuestro Reconciliador. (Colosenses 1:20-21)
¿Por qué necesitamos la reconciliación? Debido a que estamos en enemistad con Dios Todopoderoso (Romanos 5:10). Entonces predicamos a Cristo, el Reconciliador.
3. Cristo es la fuente de la Gracia. (Romanos 3:24)
Cristo es la gracia. ¿Cómo recibirán gracia los pobres pecadores si no es por la predicación de Cristo quien es la fuente perpetua de Gracia? Así que predicamos a Cristo, la fuente de la Gracia.
4. Cristo es la plenitud. (Romanos 8:2-4) ¿Quién no quiere ser completo? Así que predicamos a Cristo, el cumplimiento de la justicia.
5. Cristo es nuestro consuelo. (2 Tesalonicenses 2:16-17)
En todas las dificultades y pruebas de la vida, la gente necesita consuelo, y este consuelo verdadero es únicamente encontrado en Cristo. Así que predicamos a Cristo, el Consolador. (Isaías 40:1)
6. Cristo es el Proveedor de necesidad. (Filipenses 4:19)
¿Cómo pueden los pobres pecadores tener alguna esperanza, sin aquel que satisface las necesidades verdaderas, necesidades espirituales y físicas? Así que predicamos a Cristo, el Proveedor de nuestras necesidades.
Por lo tanto, no hay más que predicar sino a Cristo. Él es el consejo de Dios. Cristo es el todo, porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. (Colosenses 2:9, Colosenses 3:11) |