Los hombres creen que hay un cielo y todos quieren ir allí. Los hombres también creen en el infierno y nadie quiere ir allí. Pero en cuanto a una unión viva y personal con un Dios vivo, muy pocas personas saben lo que significa, y muy pocas personas lo han experimentado. ¿Que ha causado eso? Debe ser la predicación que hemos escuchado. Tenemos doctrina ortodoxa, casi todos los religiosos fundamentales, la mayoría de miembros de la iglesia, la mayoría de las personas que no asisten a la iglesia, creen que este libro es la palabra de Dios, lo hemos titulado Santa Biblia, y esta es la cosa que falta. [Convicción del Espíritu Santo] (Juan 16:8)

El mundo religioso es del que estoy hablando, la iglesia del mundo, el mundo profesante, nunca ha estado convencido de pecado. El fundamento no está presente, hemos construido edificios sin fundación (cimiento). Predicadores han salido para convencer a los hombres que Dios les ama. Sonríe Dios te ama. Si escucha diez sermones en la televisión hoy día, o diez sermones en la radio usted escuchará aproximadamente diez sermones sobre el amor de Dios. Han descuidado predicar la ira de Dios, la ira que envió a su Hijo al madero, la ira que clavado a Cristo en la cruz. Y no dicen ni una palabra acerca de la ira de Dios contra el pecado. (Juan 3:36, Juan 9:40-41)

Predicadores han salido para convencer al hombres de la buena voluntad de Dios para salvar, y que Él está dispuesto a salvar. Él es grande en misericordia, pero eso no es todo el mensaje. Los hombres no se han convencido de la determinación de Dios para castigar el pecado. Predicadores han salido a consolar a la gente. ¿Dónde está el profeta que advierte? Predicadores han salido a animar a la gente. ¿Dónde está el hombre de quien Dios dijo reprendería, y exhortaría con toda paciencia. Tenemos a muchos que están gritando paz paz, adonde no hay paz. Y ¿dónde están las trompetas de advertencia de Israel? (Romanos 9:22-23,2 Timoteo 4:2, Jeremiah 6:14, Ezekiel 33:3-6, 1 Corintios 9:16)

Hombres son levantados, cuando nunca han sido derribados. Hombres son llenados, cuando nunca han sido vaciados. Hombres que se les da esperanza, cuando nunca han estado sin esperanza. Hombres son salvados cuando nunca se han sentido perdidos. Hombres son sanados, cuando nunca han sido heridos. Hombres son exaltados cuando nunca han sido humillados. Hombre que se les da la vida cuando nunca han sido muertos por el Señor. (Mateo 7:21-23, Lucas 18:9, Gálatas 2:19-20)

Cantamos “sublime gracia que a mi pecador salvo” ¿a mi pecador? ¿Dónde están los pecadores? “Yo era…” ¿Que? “perdido fui pero ahora he sido encontrado…Fui ciego mas hoy miro. Perdido y el me amó.” Hablamos de los encontrados y los que miran, pero no hablamos de los perdidos y los ciegos. Hombres que se les da gracia cuando nunca han sido culpables. El Espíritu Santo nunca, y subraya la palabra nunca, nunca lleva a un hombre a la gracia que está en el Calvario, hasta que primero le lleva a la condenación que está en el Sinaí. (Mateo 15:8, Mateo 7:13)

Eso era el problema de Saulo de Tarso. Tenía la religión sin haber trabajado en la fundación. Sin convicción del Espíritu Santo. Él había sido levantado y nunca había sido humillado. Le habían dado la esperanza … pero nunca había estado sin esperanza. Él había sido sanado, pero nunca había sido herido. Así que él dijo cuando la ley vino, muerto soy. Dios le hirió. Dios le despojó. Dios le rompió. Dios le vació. Y después Dios le mató. (Gálatas 2:19-20)

El Espíritu Santo nunca habla de paz al corazón de una persona hasta que la persona se ha afligido y entra en luto sobre su culpa ante Dios. La culpa tan grande, tan enorme, que sólo puede ser removida por la sangre del precioso Hijo de Dios. La culpa tan grande que vació el cielo de su mas digno y unigénito Hijo. La culpa tan grande que trajo desde el cielo al glorioso Hijo de Dios, para una misión especial. Culpa tan grande que sólo el Cristo mismo, el eterno Hijo en la carne, puede quitarla. Culpa tan grande, que nuestro Señor tiene que soportar el infierno mismo. Culpa tan grande, y cambio tan terrible, que nuestro Señor tuvo que sufrir, sangrar y morir por ella. ¿Alguna vez has estado allí? Esa es la cosa que falta. [El convencimiento del Espíritu Santo.]

Este mundo religioso, nunca ha estado convencido de pecado. Y puede empezar con la primaria, y después con los de la secundaria, y los jóvenes y adultos, y usted puede hacerles la pregunta. ¿Quien va al cielo? Ellos dirán que la gente buena va al cielo. ¿Quien va al infierno? La gente mala. Y Satanás nunca antes ha engañado tanto a esta generación con una mentira mas grande que esta mentira. Nuestro Señor murió para salvar a pecadores. Y no hay gente buena. No hay ninguno buena ni aun uno. Tu eres superior a los demás sólo porque ellos no pueden ver tu corazón y por desgracia tu no puedes ver esto. Ciego al pecado. Ciegos al pecado. Usted nunca ha estado perdido. Por lo tanto, nunca ha sido encontrado. Usted nunca ha sido despojado, por lo tanto, nunca ha sido revestido. Nunca he estado con las manos vacías, por lo tanto nunca ha sido llenado. Usted nunca ha sido humillado, por lo tanto nunca ha sido exaltado. Oh, te has exaltado a ti mismo, nuestro Señor dijo, todos los que se ensalzan, será humillado. Y eso es lo que hemos hecho. La posición delante de Dios que tenemos, la logramos nosotros mismos. Dios no lo hizo. (Lucas 18:14)

Eres muy bueno, porque te comparando a ti mismo con lo muy malo. te darás cuenta cuando te comparas con la perfecta e inmaculada pureza santa de Dios todopoderoso, en cuya presencia ni aún los cielos son limpios, ni las estrellas son puras, y mucho menos el hombre que bebe la iniquidad como el agua. Encontrarás que tan impío eres, y la razón por la que tienes un concepto de pena por el pecado. Las razón por la que tienes el pecado catalogado en hacer esto y no hacer lo otro, y usted es así un hombre muy bueno. Es porque tienes un dios muy pequeño. Un dios maní (cacahuate). Un dios impío. Un dios semejante a ti mismo. Que sólo puede hacer lo que le permites hacer. Que sólo puede ser lo que le permites ser. Que sólo puede lograr lo que le permites lograr.

Pero en algún lugar, de alguna manera, el Espíritu Santo va a convencer a algunas personas del pecado. El predicador no puede hacerlo, y tus amigos no pueden hacerlo, pero cuando Él venga, el Espíritu Santo puede. Y él va a venir, y va a cincelar [cincel] algún pecador viejo. Ah, y cuando lo hace, es difícil, pero gracias a Dios por la convicción del Espíritu Santo. Él va a venir y va a poner al desnudo tu corazón, y lo doloroso que será. Él te mostrará lo que eres. Él te mostrará lo que eres. Él te mostrará tu odio y tu lujuria, y tu malicia y la envidia y los celos, y tu egoísmo y tu orgullo, Él te desnudará. Él va a destruir los cimientos de la carne religiosa de debajo de ti. Todas tus ceremonias, y tus costumbres y la tradición y el patrimonio, y el pasado, y Él te dejará vacío, colgando sobre las mandíbulas abiertas de un infierno ardiente y condenador. La única cosa entre usted y el perecer es la misericordia de Dios. Culpable. Y vas a llorar Señor, sálvame o perezco. (Job 15:16, Juan 9:40-41, Juan 16:7-12)

Y voy a decirte esto. Si alguna vez Él lo hace por ti, y Él te salva, tu le amaras, le adoraras, le alabaras. Serás generoso, Él pondrá paz en tu corazón, Él te edificará, Él pondrá tus pies en la simiente correcta, pondrá gozo en tu corazón, Él te dará un propósito para vivir, Él te dará esperanza en la muerte, él te dará un defensor en el juicio. Fue por pecadores que Él sufrió la iniquidad, la ruina, y el infierno. ¿Puedes dudar que eres un pecador? Si puedes, entonces di adiós a toda esperanza. Pero creyendo lo que está escrito: Yo soy culpable, muerto en en delitos y pecado, mira a el salvador crucificado, la esperanza levantará tu alma dentro de ti.